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May your rolls be chill this holiday season!
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HARRY POTTER: SE BUSCA MAGO

Campaña del mundo mágico de&nbsp;&nbsp; HARRY POTTER &nbsp;; jugaremos los martes y jueves de 22 a 24h, horario de España (GMT+2) Jugamos vía DISCORD para hablar en vivo Jugadores novatos son bienvenidos ya que siempre estará disponible el primer curso en Hogwarts para aprender. Siguiendo este enlace puedes consultar toda la información relevante... Para participar manda tu lechuza a&nbsp; &nbsp; <a href="mailto:MINISTRODEMAGIAROLL20@GMAIL.COM" rel="nofollow">MINISTRODEMAGIAROLL20@GMAIL.COM</a> &nbsp; comentando que quieres acudir a Hogwarts! :P ALEA IACTA EST
Qué chulo, Harry Potter en roll20!!
Jaja, únete o díselo a algún mago o bruja que esté interesado! ;) EL AMO DEL CALABOZO said: Qué chulo, Harry Potter en roll20!!
(PEQUEÑO EXTRACTO DE LA PARTIDA JUGADA) ... Y así iniciaron Lau, Darko, Iván y Alexa su año de estudios en Hogwarts. Conocieron a Harry Potter y sus amigos recién hechos Hermione y Ron. Los siete más de una vez jugaron y estudiaron juntos. Aunque sin duda el núcleo principal siguieron siendo los cuatro amigos que se conocían ya previamente por las guarderías y por las relaciones de sus padres. El día de celebrar Halloween, como tenían la tarde libre, mientras descansaban paseando en bote por el lago, Alexa, competitiva como siempre, les propuso echar una carrera hasta la otra orilla. Así hicieron a pesar de las protestas iniciales de Lau, a quien los juegos tan físicos le disgustaban. Hoy ya nadie recuerda realmente quien ganó (Iván y Alexa, por supuesto); lo que si recuerdan perfectamente los cuatro son los acontecimientos que siguieron a la toma de tierra.&nbsp; Como estaban cansados de la “competición” decidieron atar los botes en la orilla y regresar a Hogwarts por el camino. Les pareció buena idea pues aparentemente había un camino que recorría el lindero del bosque, entre este y el lago, y que se dirigía de vuelta al colegio. Siguiendo el camino llegaron hasta la cabaña del medio gigante Hagrid y su leal, aunque cobarde, también gigante perro Fang; y pasaron con ellos un par de horas en que el medio gigante les contó muchas cosas del castillo y de Dumbledore. A Iván le fascinaba su acento, mientras que Lau no se cortaba en sus caras de desaprobación cada vez que Hagrid cometía un error gramatical o de pronunciación. También tuvieron un divertido incidente porque Iván, siempre tan curioso, al abrir una cajita dejó salir un escarbato y debieron dedicar unos minutos todos a perseguirlo como locos por la cabaña; desordenando todo, lanzando por los aires ropas, telas, cojines, cestas… Hicieron buena amistad y ya cuando la tarde tocaba a su fin y debían regresar antes de que anocheciera se despidieron en una encrucijada del camino: - No tiene pérdida - Les explicaba Hagrid señalando uno de los caminos. -No os salgáis del camino y seguid siempre el sendero sin tomar atajos ni desvíos y llegaréis enseguida. Vamos, daos prisa, regresad antes de que anochezca. Les dijo que no les podía acompañar porque tenía una importante misión, y peligrosa, en el Bosque Negro. Vieron como Hagrid se alejaba de vuelta a su cabaña murmurando: - No debí decir eso… -Ellos no entendían a qué se refería, y no le dieron más importancia; Hagrid era un tipo peculiar. Los cuatro niños hicieron caso y siguieron a “rajatabla” las indicaciones de Hagrid.&nbsp; Pero cuando llevaban ya un rato y se estaba poniendo muy oscuro un ruido gutural proveniente del bosque, les pareció que muy cerca en realidad, alteró todos los planes.&nbsp; Al fin y al cabo no eran más que niños. De modo que a pesar de las advertencias y protestas de Lau y siguiendo a Iván en cabeza y de cerca Darko, los niños se internaron en el bosque para averiguar de qué criatura fantástica se trataba.&nbsp; - Total, que suena muy cerca, no nos vamos a perder, es ahí mismo, veo un claro entre los árboles. -Les decía Iván mientras se desviaba del camino y penetraba entre los árboles del Bosque Oscuro. - Os recuerdo las advertencias del Director la noche que llegamos: “Aquellos que no deseen la más dolorosa de las muertes no entrarán en el Bosque Oscuro”. -Lau repite de memoria la que cree que fue la frase de Dumbledore tratando de imitar su tono grandilocuente y serio. - Bueno realmente no nos vamos a alejar demasiado y ¿si fuera un elfo, un fauno o incluso un unicornio? -Alexa, justo detrás de Lau, la animó a seguir adelante. A Lau siempre le daba una punzada en la tripa cuando no seguía las reglas o desobedecía a los adultos; y esta vez el dolor era muy agudo. Caminaron uno o dos minutos como máximo, suficiente para en la creciente oscuridad, perder de vista el límite del bosque. Y sin embargo lo que vieron ante ellos no fue exactamente&nbsp; lo que esperaban: tras unos pocos metros de espeso bosque su campo de visión se abrió en un claro que colindaba con una elevada pared de roca y de la que salía una especie de conducto a modo de pasadizo secreto o acceso a una mina o algo así; desde luego ellos no sabían qué era eso.. Junto a la boca de entrada a la caverna una figura humana envuelta en raros ropajes daba unas órdenes que no entendieron a una inmensa criatura (Iván identificó la voz del profesor Quirrel). Eso sí parecía un gigante. Estaba ya muy oscuro y aparte de siluetas y ruidos y gruñidos, no pudieron desentrañar mucho más. Cuando la silueta humana y el gigante se internaron por el conducto hacia el interior de la roca los chicos decidieron seguir también por el conducto; puesto que dedujeron, acertádamente, que debía ser un conducto de acceso a las mazmorras de Hogwarts: Alexa insistía en que debían de estar cerca de las habitaciones de su casa, Slytherin y por lo tanto podrían encontrar un acceso a Hogwarts. Creyeron ser capaces de seguir de lejos y en silencio a la criatura y una vez en las mazmorras accederían a sus habitaciones; de paso si podían tratarían de descubrir de qué animal o bestia se trataba... Pero a esa edad el sigilo no es un atributo común (y menos en este caso en que todos iban con su varita iluminando, menos Alexa, que no conseguía que su varita activara el hechizo Lumos; y ella iba murmurando) y al doblar una esquina se dieron de bruces con la criatura que no era otra cosa más que un Troll: un enorme y estúpido ser, tan grande como malvado y agresivo. Iván, el más impulsivo, echó a correr el primero... Comenzó entonces una alocada carrera sin rumbo fijo por los diversos pasadizos: estaba todo a oscuras y tuvieron que recurrir cada uno al hechizo de&nbsp; lumos (invocarlo o mejorarlo) para poder correr sin caerse o chocarse con las paredes. - ¿Os lo dije, o no os lo dije? ¡Os dije que era mala ideaaa… -Gritaba Lau sin dejar de correr, asustada por la criatura pero aún más enojada con sus amigos por no hacerle caso y haberla metido en este peligro. Esquivó en ese momento el garrote del trol que casi le aplasta la cabeza a la niña. Iván que se despistó un momento realizando hechizos sobre el troll fue golpeado duramente y salió volando hasta estrellarse contra una pared. Por fortuna Darko le echó una mano y juntos emprendieron la huida. Lau ayudó atrayendo sobre sí la atención del troll. Y no se nos debe olvidar que Iván antes había logrado hacer que el trol se resbalara y tropezara cayéndose estruendosamente; además Alexa le había arrojado una poción que redujo su capacidad de actuación. Lo que se dice Trabajo en equipo. Fue de hecho la astuta Alexa, que iba en cabeza quien encontró una puerta por la que escaparon dejando atrás al Trol. Pero el peligro no había cesado: ya que se encontraron de pronto en la guarida de una acromántula (todo estaba horriblemente lleno de telarañas) y si bien sus crías huían de la luz que brotaba de las varitas, pronto su madre salió al encuentro de los niños. Que milagrosamente la dejaron atrás al doblar una esquina y subir por unas escaleras que llevaban a una puerta de gruesa madera oscura.&nbsp; Subieron escaleras y chapotearon en charcos, hasta que por fin atravesaron una puerta y aparecieron en un corredor que conocían las chicas, pues llevaba a los baños de chicas. Corrieron al Gran Salón donde se suponía que se estaba desarrollando el banquete de Halloween, pero estaba todo vacío; salvo por la presencia del desagradable Señor Filch y su gata la Señora Norris. Éste les ordenó que fueran a sus respectivas habitaciones inmediatamente: -¡Hay suelto un troll por la escuela! Ellos no dijeron nada, aunque se miraron sorprendidos, ¿sería el mismo trol que les había perseguido? Iván estuvo a punto de preguntar o decir algo y de hecho ya estaba levantando&nbsp; una mano y abriendo la boca pero Darko, rápido en esta ocasión, agarró a su amigo del brazo y se lo llevó camino de las cocinas, donde estaba el acceso de sus habitaciones de Hufflepuf. Al día siguiente se enterarían de que sí, era el mismo Troll y había atacado a Hermione y que Ron y Harry la habían ayudado; aunque los baños habían quedado arrasados. Hablaron con Harry unos días después sobre el tema y le comentaron sobre la silueta que habían visto: ellos sospechaban del profesor Quirrel, aunque Harry creía que se trataba de Snape…&nbsp; De nada sirvió la insistencia de Iván sobre la voz que había escuchado con claridad, de Quirrel.&nbsp; Aquello ocurrió la noche de Halloween y el curso ya había avanzado notablemente. El grupo de íntimos amigos progresaba adecuadamente en las materias, aunque por supuesto, cada uno destacaba y se atascaba en unas u otras: por ejemplo Alexa no sólo era buena preparando pociones, es que disfrutaba la clase, ella diría incluso que Severus era el mejor profesor de los que les daban clase; no hace falta ni mencionar que por supuesto nadie más opinaba como ella. Lau por su parte disfrutaba sobre todo estudiando Historia de la Magia e Iván empezó a destacar en Adivinación, haciendo pequeñas profecías a partir de los posos de té, como si un compañero aprobaría o suspendería un examen o si al día siguiente llovería. Tras una clase de Herbología la profesora Pomona Sprout les pidió que le ayudaran con una infestación de Gnomos y ellos decidieron que lo mejor era que Alexa lograse que Snape le ayudara a preparar alguna poción&nbsp; y así fue como con un veneno especial y la agudeza visual de Iván lograron limpiar de molestos Gnomos los invernaderos del este de la escuela. Durante el primero de los partidos de Quidditch del curso en que se enfrenta Gryffindor contra Slytherin,&nbsp; se produce un extraño suceso con la escoba de Harry, que había accedido prematuramente al equipo en el puesto de buscador. El evento pilla a los cuatro amigos comprando palomitas (bueno tres, ya que Alexa, que también tenía intención de comprar, sin embargo queriendo hacer&nbsp; una travesura puso un poco de poción de la risa en la bebida que le ofreció a Grab y Goyle; pero con el gentío y el desconcierto, sin saber cómo, ella terminó bebiendo de la bebida con extra ; de modo que se pasó el resto del partido riéndose sin parar en su asiento de la torre de Slytherin, llegando incluso a contagiar su risa a varios estudiantes que estaban a su lado). Cuando Iván (que fue a por palomitas para él y para Darko que se quedó cuidando de los asientos en la torre de Hufflepuff) y Lau ya habñian comprado sus palomitas y se dirigían de nuevo a las torres respectivas de sus casas, de pronto, se produce un gran suspiro y revuelo entre el público y al mirar hacia la cancha de juego ven que todo el público tiene su mirada fija y muchos señalan a Harry Potter: está apenas sujeto a su escoba y a punto de caer desde una considerable altura. Lau e Iván regresan rápido para poder subir cada uno a su torre y ver que pasa; para ello deben pasar primero por delante del acceso a la torre de los profesores. Entonces al pasar por delante de la torre de los profesores Iván y Lau ven como Draco y dos amigos suyos están molestando a Hermione, que trata de acceder a la torre de los profesores, pero ellos se lo impiden, empujándola y tirándole del pelo; también se escucha claramente de boca de Malfoy “sangre sucia” referido a Hermione. Lau que lo ha oído se enfurece, ya que ella también es sangre sucia; e Iván que ya está gritando a Draco Malfoy para que dejen a la niña en paz. Entonces comienza en unos segundos un singular combate en que Grabbe y Goyle atacan físicamente a Lau y Draco e Iván cruzan sus varitas con diversos hechizos.&nbsp; En la confusión, Hermione desaparece y accede por fin a la torre de los profesores. Unos segundos después la capa de Snape empezará a arder y al levantarse éste por fin la escoba de Harry deja de hacer cosas extrañas.&nbsp; Gryffindor terminaría ganando ese partido al atrapar la snitch dorada su buscador: Harry Potter, que la atrapa con la boca.&nbsp; Y la pelea entre los cuatro finaliza con Draco en la enfermería petrificado… A la pregunta de cómo ha quedado así su amigo, Grabbe y Goyle no supieron que responder y dijeron que simplemente lo encontraron asi... Aunque estaban prohibidas las apuestas en Hogwarts, los alumnos se las ingeniaban y lograban llevar un eficaz sistema de apuestas en los partidos de Quidditch. Y Alexa, era una ávidos jugadora, con un dispar resultado según el partido… Ese día Alexa le ganó 10S a Draco quien apostó con ella a que Slytherin ganaría; aunque un par de días más tarde los perdería al apostar en el partido de Hufflepuff contra Ravenclaw… Lau vio el malestar de Alexa y se acercó a hablar con ella: - ¿Has perdido? - Sí, pero no pasa nada, el próximo partido apostaré más y así recuperaré esto y obtendré beneficio. Lau no entendía esa extraña y enfermiza obsesión de Alexa por las apuestas, de hecho, si lo pensaba bien, Alexa siempre estaba apostando o compitiendo: EN TODO. Si estaban comiendo, ella tenía que acabar antes, o elegir el mejor menú, si estaba caminando, debía llegar la primera, si compraban algo, ella debía ser la que menos pagara o al menos consiguiera algún regalo de parte del vendedor, debía ser la más alta, la más guapa, la más rápida, la más… “La más mejor”. Lau pensó si esa personalidad tan competitiva no se debería a alguna carencia emocional, tal vez tenía una pobre imagen de sí misma o tal vez sus padres no le mostraran suficiente apoyo y reconocimiento y por eso siempre necesitara destacar y “triunfar”. Tenía sentido, pero a Lau se le hacía inverosímil pues ella tenía de hecho una gran opinión de su amiga de Slytherin: era muy guapa, tenía una piel morena preciosa (Alexa era una chica mulata), y sobre todo era muy inteligente y astuta. No tan aplicada al estudio como ella misma, pero sacaba igualmente muy buenas notas. Además era una chica con una gran determinación y siempre conseguía lo que se proponía.&nbsp; Se conocían desde la guardería, desde mucho antes de descubrir que eran brujas o saber lo que es la magia y habían forjado “una amistad a prueba de bombas”. Un poco antes de la navidad, cuando Iván andaba deambulando una noche por el castillo, se topó con Harry. Tras recuperarse ambos del mini infarto por el susto que se dieron mutuamente (ambos sabían que a esas horas estaba prohibido pasear por Hogwarts) se explicaron sus motivos en suaves susurros: el ruso quería hablar con Nick Casidecapitado y que le terminara de contar un chisme que se había quedado a medio desde el día anterior sobre una aparente relación entre Pomona y FLitwick y no podía dormir pensando en el asunto...; Harry le confesó que se escabullía por las noches para ver a sus padres… Ante la obvia cara de sorpresa de Iván, le invitó a seguirle; era más fácil enseñarle que explicarle... Fue entonces cuando Harry guió a Iván a un aula en desuso en el ala prohibida del tercer piso del castillo y le mostró el Espejo de Oesed. Iván por supuesto no vio a los padres de Harry, pero intuitiva como era y siendo Hufflepuff, no se lo dijo en el momento y fingió que los veía...&nbsp; Días más tarde Iván les enseñaría a sus amigos íntimos el espejo; y uno a uno fueron posando delante del espejo, viendo en el reflejo cumplidas sus más secretas y a veces inconscientes fantasías y deseos. Lau se veía en un podio aplaudida por mucha gente y a su lado orgullosos y sonrientes sus padres, su padre incluso recibía saludos y felicitaciones, eso la hacía muy feliz. En su mano un ejemplar de El Profeta donde salía su cara seguida de un titular: Lau acertó y el mundo mágico por fin lo reconoce… Otra noche se vio siendo felicitada por el mismísimo Ministro de Magia, Cornelius Oswald Fudge, quien le nombraba cooperante internacional del Ministerio. Una noche incluso coincidieron con Harry y pudieron comentar las diferentes visiones que tenían y conversar animadamente hasta más tarde de lo recomendable…&nbsp; Aquella fue la última noche para todos en que se vieron reflejados en el espejo, pues misteriosamente desapareció de la sala. A los pocos días&nbsp; llegó la navidad y cada estudiante (salvo Harry) regresó a su casa y con la llegada en marzo de la primavera se reanudaron las clases y los amigos se reencontraron. A Lau le encantaba su nueva vida en Hogwarts: era lo que siempre había soñado y más. Rodeada de grandes magos, libros, fantasmas y pociones… Devoraba libros y manuales de magia y trucos y siempre que podía hacía ostentación de todo lo que sabía. Trataba de participar en clase, aunque Hermione solía adelantarse… Para ella Hogwarts era “el mejor lugar del mundo”. Hasta la arquitectura le gustaba. Además entre los integrantes de Ravenclaw había hecho amigos, a ella que tanto le costaba congeniar con otras personas, ahí se encontraba tan agusto… Por supuesto Iván, Alexa y Darko siguieron siendo sus mejores amigos, pero entre varios estudiantes, alguno incluso un año mayor que ella, había trabado buena amistad y algunas noches se quedaban hasta altas horas conversando sobre temas muy interesantes: cambios en los hechizos, historia de algunas criaturas o personajes famosos, nuevos trucos que hacían la vida más sencilla… Por supuesto dado su carácter un poco impaciente y a veces intolerante con los demás, sobre todo con quienes consideraba más “tontos” que ella, también había desarrollado malas relaciones e incluso algún enganche con algunos alumnos; nada serio, cosas de niños realmente. No hay que olvidar que además de magos y brujas, eran niños de 11 años. Por ejemplo con Yin, una alumna de Slytherin se llevaba muy mal, probablemente era la persona que peor le caía de toda la escuela. Varias veces en la clase se habían enzarzado en una discusión dialéctica tratando de demostrar quién sabía más… Esas “batallas” solían terminar con la intervención del profesor de turno interrumpiendo cuando Yin nombraba la “sangre sucia” de Lau o cuando Lau recordaba la condena del padre de Yin como mortífago converso… Sus amigos la comprendían y querían como era y entre los otros Ravenclaw tenía buena aceptación, pero los integrantes de Slytherin y Gryffindor en general no la tragaban. Pero a ella en realidad lo que pensaran los demás le daba bastante igual, mientras ella tuviera razón y sabía que la tenía... Un domingo que tuvieron tiempo libre los cuatro amigos se acercaron a la cabaña de Hagrid a charlar con él... CONTINUARÁ
CONTINUACIÓN DE LA AVENTURA... Un domingo que tuvieron tiempo libre los cuatro amigos se acercaron a la cabaña de Hagrid a charlar con él. Pero se lo encontraron justo en ese momento saliendo de la cabaña acompañado de Fang, su fiel pero cobarde perro, porque se disponía a fumigar en los bordes del Bosque Oscuro los hongos somníferos que crecían justo al borde del camino que linda con el bosque: - Esos hongos producen demasiada pereza si se acumulan y los estudiantes terminan por no querer estudiar. Es importante fumigarlos y mantener controlado su crecimiento… Aunque a veces si encuentro uno lo suficientemente crecido lo cojo para hacer una rica sopa que tomo a veces para ayudarme a dormir si me duele la espalda… ¡No he debido decir eso! De nuevo Alexa propuso una competición, pero esta vez entre Iván y Lau, mientras que Darko y Alexa hicieron apuestas sobre el vencedor... Que como no podía ser de otra manera, fue Iván: más rápido, más atlético, más atento descubriendo los hongos y sobre todo conocía la tecnología muggle usada para fumigar... Lau y Darko protestaron al sentirse estafados cuando Alexa e Iván celebraron su victoria (paliza), pero ya estaba todo decidido... Llevaban un rato paseando y charlando animadamente sobre otras épocas en Hogwarts, estudiantes famosos o cómo ganarse o al menos no molestar a algunos profesores. De pronto Fang da un fuerte ladrido y sale corriendo bosque adentro. Los chicos siguen a Hagrid que ha entrado en el bosque dando grandes zancadas tras su perro. Por fortuna no estaban demasiado lejos ya que con sus piernas tan cortas, los niños, no podían alcanzar a Hagrid. Al reunirse ven el motivo que ha alterado al perro: un unicornio muerto. Hagrid se ve claramente contrariado y preocupado. Incluso les pide que no lo cuenten y ellos se lo prometen. &lt;&lt;Es un asunto serio&gt;&gt;, les dice. Y les pide separarse en dos grupos para buscar alrededor, sin alejarse demasiado, alguna causa o explicación a lo que le haya podido pasar al pobre unicornio. Por un lado van Hagrid, Darko y Alexa y por otro Fang, Iván y Lau. Darko, Alexa y Hagrid tras unos pocos minutos llegan ante unos frondosos árboles bajos que impiden la vista a lo que queda tras ellos. De pronto los árboles se sacuden e incluso se oyen unos gruñidos. - ¡El monstruo! –Chilla Darko señalando la maleza que se estremece. - ¡No! –Se adelanta Hagrid, quien ha reconocido el gruñido. –Grawp, hermano, sal… Darko y Alexa se miran perplejos y de pronto de entre los árboles aparece un gigante joven, semi desnudo, nada más que tapado con algunas pieles y un taparrabos. Hagrid les cuenta que es su hermano, que él lo cuida… Mientras tanto, Iván y Lau, con la inestimable compañía de Fang se internan en un desfiladero de unos metros de largo que termina en un claro lleno de altos árboles de pequeñas ramas casi sin hojas. - ¿Te has fijado en lo raro que habla Hagrid? –Pregunta Lau. - ¿Habla raro? A mí me cae bien. - ¡A tí te cae bien todo el mundo! Los chicos van siguiendo a Fang que parece tener un rastro desde hace minutos, aunque el camino por el que les lleva es un poco… tortuoso. Tras un giro para rodear un montículo elevado de tierra y plantas aparece ante los chicos y el perro un majestuoso unicornio: es la criatura más bella y pura que han visto en su vida. Les transmite una gran paz, a la vez que sienten una sensación extraña como si pudieran sentir el poder que emana del animal; también perciben tristeza, el unicornio está triste y de hecho ven como una lágrima cae de un ojo y al caer sobre una flor, ésta se marchita y seca, doblándose sobre sí misma . No pueden dejar de mirar al animal mágico y sobre todo su cuerno, que por segundos es blanco inmaculado, o bien brilla con todos los colores que uno pueda imaginar. El animal está en calma, parece de hecho realmente triste... Fang se gira y ladra, el unicornio se pone tenso y sale corriendo entre los árboles. - Fang lo has asusta… -Iván no acaba la frase pues mientras la pronuncia se va girando para reprender al perro. Pero lo que se encuentra le desconcierta por completo. Ocho centauros armados con arcos y lanzas les observan con cara de pocos amigos. - No deberíais estar aquí. - ¡Tenemos permiso de Hagrid! –Responde Lau plantándoles cara. –Díselo Iván… -Recula escudándose tras su buen amigo al ver la cara de disgusto de los centauros; a los centauros no les gustan las niñas respondonas, a nadie prácticamente. Sin decir nada más los conducen fuera del bosque, les llevan a la cabaña de Hagrid. - Avisaremos a Hagrid de que estáis aquí. - Cuidaos de entrar aquí de nuevo, si no queréis sufrir la más dolorosa de las muertes. –El que parece su líder, al menos es el mayor de ellos y parece que el que manda, les advierte con cara seria aunque no agresiva. No parece una amenaza y no parece referirse a que ellos sean el verdadero peligro, más bien parece una advertencia, un consejo. –Crueles seres vagan por el bosque desde hace meses matando todo lo que se cruzan… A los pocos minutos aparecen Hagrid y Darko y Alexa. - ¡Cuanto me alegro de veros! –Iván se adelanta y abraza a Alexa y Darko. Lau siempre más fría simplemente las saluda. Los chicos intercambian sus historias, Hagrid les pide que no regresen al Bosque Oscuro y que por favor le guarden el secreto de lo sucedido esa tarde y que bajo ningún concepto hablen del unicornio. Ellos lo prometen y al hacerlo Lau da un suave codazo a Iváncomo diciendo: “No te vayas de la boca”. Él le sonríe dejando claro que ha captado el mensaje. De todos, Iván es el más extravertido, demasiado a veces, siendo indiscreto en algunas ocasiones; dicho de otra manera: es un poco “bocazas” y a veces se le escapan ciertas cosas ante ciertas personas que no deberían escuchar esas cosas. Al día siguiente Lau les enumera un listado de datos interesantes sobre los unicornios; al parecer se ha pasado buena parte de la noche estudiando sobre el tema. Lau podía ser muy obsesiva y cuando algo le preocupaba o le interesaba perdía el apetito y hasta el sueño; era un claro ejemplo de Ravenclaw. Les dijo que el animal que atacaba unicornios podía hacerlo buscando beber su sangre que tenía maravillosos efectos sobre el cuerpo… Aunque no le creyeron. A menudo Darko e Iván desconectaban de sus explicaciones cuando no les interesaba demasiado; sólo Alexa parecía interesada en sus teorías, a veces sólo para rebatirlas. Los días pasan, las clases continúan. Los días se transforman en semanas. Y las semanas dejan paso al final del curso, apenas unos días quedan de seguir en Hogwarts en este primer año. Todo estuvo mucho más calmado esas semanas y los chicos se centraron en sus estudios y en mejorar sus habilidades, como el vuelo con escoba, que no es sencillo de desarrollar. También en esas semanas se juntaron varias veces con Harry, Hermione y Ron y discutieron sobre diversos temas; por supuesto Iván dejó escapar el asunto con el unicornio, lo que le valió una buena reprobación por parte de Alexa y Lau… Pero no estuvo del todo mal que sacara el tema, pues resultó que Harry, Hermione y Ron también en compañía de Hagrid habían visto otro unicornio muerto; incluso Harry tuvo un encuentro con una especie de ser/espectro/fantasma/criatura que le atacó, aunque salió airoso de ese encuentro. Tras comentar y pensar mucho decidieron vigilar a Snape, pues a Harry le parecía que era el más probable de ser malvado y que quisiera hacerse con la piedra filosofal. Sí, les hablaron de la piedra filosofal, de sus propiedades y por qué Snape la podría querer. Eso y el extraño comportamiento que había tenido todo el curso con Harry les llevó a la clara conclusión de que sí, era él a quién debían vigilar y mantener alejado de la piedra; de nada sirvieron las razones que esgrimió Alexa en contra de que su “profesor favorito” fuera “el malo de la peli”. - Os apuesto mi paga semanal contra las vuestras a que Snape no es quién está detrás de esos extraños sucesos. –Pero nadie aceptó su apuesta, como es lógico. Aunque era más una forma de dejar claro que disentía con ellos, que una apuesta real. Mientras ellos cuatro mantienen vigilado al profesor Harry, Hermione y Ron ponen sus esfuerzos en encontrar dónde puede estar escondida la piedra filosofal; por supuesto para tratar de protegerla y evitar que sea robada. De modo que cuando faltan sólo unos días para el final del curso, Lau, Iván, Alexa y Darko llevan ya varios días alternándose para vigilar a Snape: van a tutorías con él para preguntar todo tipo de cosas que se les ocurren, se turnan para pasear cerca de los accesos a sus aposentos, preguntan a otros profesores por él, etc. En una nueva reunión con Harry, éste les cuenta que Dumbledore se ha ido a Londres y él y Hermione y Ron irán esa misma noche a por la piedra filosofal, ya que creen haber descubierto donde la tiene guardada Dumbledore; y temen que con la ausencia del director Snape, o quién quiera que sea, se envalentone y se arriesgue a robar la piedra.. Harry rehúsa decirles dónde está la piedra, por su bien, y les pide que vigilen de cerca, esta noche más que nunca a Snape. Es posible que aprovechando la ausencia del director trate de robarla; Hermione está convencida de que así será, en contra de la opinión de Alexa, que vuelve a insistir: - Mi paga de este mes, contra la de quien se atreva, ¿no estáis tan seguros? -Pero nadie le hace caso. -¿Iván? ¿No? Tú tienes dinero de sobra para postar, ¡vamos…! Como se temían Snape abandona sus aposentos en dirección al ala prohibida del tercer piso de la escuela. Lo saben porque Alexa, que al ser Slytherin tiene “excusa” para estar de noche cerca de las habitaciones de Snape, les alerta a sus amigos de que Snape ha salido. Le siguió por el castillo hasta el ala derecha del tercer piso, la que Dumbledore prohibió al comienzo del curso, allí le vio entrar por una puerta. Los cuatro, sin pensar, salen corriendo hacia esa zona y en un minuto se plantan frente a la puerta por la que Alexa vio desaparecer al profesor. Pero está cerrada la puerta con un gran pasador mágico. - Dejadme: Alohomorra. –Dice Iván dando un toque con su varita al pasador. Pero nada sucede. - Lo has dicho mal Iván. ¡Alohomora! –Lau se adelanta y con un golpe de su varita el cerrojo se descorre y la puerta cede unos centímetros crujiendo toda su estructura de madera vieja. - ¿Siempre tienes que saberlo todo? –Iván siente un poco de envidia de su amiga. - Bueno, si estudiaras tanto como yo… - Yo en vez de estudiar tanto, me junto con vosotros dos y así me abrís el camino… -Alexa pasa jovialmente entre ambas y entra en la habitación. Entran y se quedan petrificados de puro terror: la sala está casi completamente ocupada por un inmenso perro de tres cabezas. Ellos entonces no lo sabían, pero se trata de Fluffy, un perro de Hagrid y el primero de los 7 obstáculos que Dumbledore ideó para proteger la piedra filosofal, un obstáculo puesto por cada profesor. En el suelo, a los pies de la enorme bestia hay restos de madera rotos por todas partes y un agujero, una especie de trampilla que lleva a otra sala. Por desgracia nadie se fijó en un extraña capa en el suelo; mientras que Alexa y Darko examinan el harpa que no deja de sonar. Iván, a quien no le gusta el aspecto del perro y comentando (susurrando) que en la sala no hay más puertas u opciones que lanzarse por la trampilla... Salta y detrás de él van el resto de amigos. Uno tras otro dan con su culo en el duro suelo tras una larga caída. Todos se magullan, unos de un tobillo, otro del culo, otro una mano con la que aterrizan... Pero por fortuna Iván comienza a curarles con Episkey... Ellos no lo saben pero su caída debía terminar sobre la segunda prueba, una planta, pero Snape la había quemado demasiado y aún tardaría unas horas en volver a crecer. Por eso hicieron la caída a plomo hasta el suelo. Hay un pasillo que va en una única dirección, así que lo siguen y llegan, tras una puerta, a otra sala. Lo primero que ven son dos escobas apoyadas contra una pared y en el aire muchas llaves volando con unas pequeñas alas; al fondo de la sala, que tiene un techo altísimo, hay una puerta con una vistosa cerradura. - Tenemos que encontrar la llave que abre esa puerta. –Lau entiende rápido el acertijo de esta sala. - Pero hay muchas y todas iguales… -Iván que tiene buena vista las está observando… - Obviamente hay al menos una diferente, seguro, búscala… - ¿No podríamos petrificarlas y ya? –Pregunta Darko, sintiéndose un poco tonto, pensando que es una idea absurda mientras la plantea. - ¡Excelente idea! –Lau apunta su varita, se concentra y pronuncia las palabras mágicas. -No sé cómo no se me ocurrió antes... De pronto las llaves quedan por un segundo paralizadas en pleno vuelo, entonces empiezan a caer, algunas incluso caen sobre los niños que saltan atrás para evitar que les lastimen. Una vez con todas por el suelo caminan entre ellas buscando alguna que sea diferente… - ¡La tengo! –Informa entusiasta Iván. - Chicos, démonos prisa, empiezan a moverse… Y era verdad, las llaves estaban rompiendo el encantamiento y empezaban a temblar en el suelo y algunas ya movían sus alitas. Corrieron siguiendo a Iván que iba con la llave en alto y rápidamente abrieron la puerta y pasaron a la siguiente habitación. Al volverse para cerrar la puerta Darko pudo ver como decenas de llaves volaban directas contra ellos. Por fortuna cerró la puerta a tiempo. Se oyeron una repetición de golpes del otro lado de la puerta: las llaves habían golpeado la puerta. - ¡Amigos! –Escuchan la voz de Ronald Weasly. Les llega desde el otro extremo de la sala, tras cruzar un suelo ajedrezado lleno de trozos y polvo, que parecen trozos de piezas de ajedrez. - Deprisa. Snape acaba de cruzar. Va a por Harry. Deprisa. Los trozos se van fusionando y formando de nuevo piezas que regresan a las posiciones iniciales de un gigante tablero de ajedrez, y es que esa es la prueba de esta sala, una partida de ajedrez mágico. Por suerte los chicos pueden cruzar la sala gracias a que aún no se ha regenerado el tablero y las piezas desde que Snape ganara su partida hace tan solo unos pocos segundos. Llegan junto a Ron que les cuenta que Hermione y Harry cruzaron juntos la siguiente puerta por donde Snape acaba de irse. Él está herido tras la partida de ajedrez. Darko les dice que sigan, él se quedará a ayudar a Ron. El resto hacen caso y cruzan a la siguiente sala justo a tiempo para ver que Snape está cruzando un pasillo inundado de un horrible fuego negro mágico, pero que no parece afectarle, Snape no les ve ni oye y llega al fondo del estrecho pasillo y desaparece tras un recodo. Ante ellos hay una mesa con pócimas que justo terminan de reordenarse y llenarse por arte de magia. Al desaparecer Snape cesa el fuego negro. En la sala hay una estatua de un búho que les parece que les observa, está como guardián que diera paso al pasillo por donde Snape acaba de desaparecer. En la mesa hay además de las pociones un papel que Lau lee y en voz alta va interpretando: &lt;&lt;Siete botellas: tres con veneno, dos con vino, una nos llevará a salvo a través del fuego negro y la otra hacía atrás, por el fuego púrpura. Hay unas instrucciones para saber cuál es cual…&gt;&gt; - Es un acertijo difícil… Los segundos pasaban, parecía que se eternizaba el tiempo. No lograban descifrar el acertijo. - Vamos chicas, debemos resolver esto, ¡Harry nos necesita! –Alexa, que no lograba concentrarse trató al menos de animar a Iván y Lau… Iván propuso una solución al acertijo y cuando ya iba a beber de una botella Lau le detuvo: - Espera. Estás equivocado, no es así... Lau les propuso su solución y les pareció más lógica de modo que confiando en su amiga Iván bebió de la botella indicada. Bebió la mitad y los tres se miraron alternativamente esperando un resultado, pero nada sucedió...; de modo que Lau la probó también. Ya no quedaba de la pócima para avanzar, así que Alexa bebió de la pócima para regresar y volvió con sus amigos Ron y Darko... Iván y Lau cruzaron el pasillo… y nada sucedió. El búho no había activado el fuego mágico al haber bebido de la pócima correcta. Tras doblar un recodo y trasponer una puerta sin cerradura sufrieron una especie de alucinación, un fogonazo de una imagen a la vez que sintieron sobre ellas un gran odio e ira. Estaba a su alrededor, odio, ira, maldad pura y sin sentido ni motivo, simplemente deseo de hacer daño. Al recuperar la vista vieron al profesor Snape y no tuvieron claro quién estaba más sorprendido si el profesor de verlas a ellas allí o ellas de verlo a él auxiliando a Harry que estaba tirado inconsciente en el suelo… Al día siguiente se encontraron en el despacho de Dumbledore, frente a él; con una notable cara de enfado en su rostro por todo lo sucedido. Les empieza a reprobar su actitud, a recordarles que podían haber muerto… Pero sorprendentemente Snape le interrumpe con su voz susurrante y habla en favor de ellos… Al final acuerdan que si los niños prometen, y cumplen (Albus mira directamente a Iván en ese momento), mantener en el más absoluto de los secretos sobre todos los eventos de la pasada noche se les permitirá graduarse y regresar el año siguiente; &lt;&lt;PERO NADIE DEBE SABER LO SUCEDIDO&gt;&gt;, certifica Dumbledore. Lau se mordía la lengua, quería hablar, quería decir que ellos, unos simples niños de primero, habían superado las defensas que Dumbledore había diseñado para proteger la piedra filosofal, eso merecía un reconocimiento. Pero por otro lado sabía que habían transgredido varias normas importantes de la escuela y eso exigía castigo. A su lado Iván se dio cuenta de la lucha interna de su amiga y le cogió de la mano. Ese cariñoso gesto calmó el fuego que quemaba por dentro a la alumna de Ravenclaw; aguantaron el resto de la reprimenda que le dieron los adultos y al terminar se fueron cabizbajos. Ese año en Hogwarts había terminado, ¡y qué año!. Habían aprendido mucho, habían vivido emocionantes aventuras y ¡habían conocido al mismísimo Harry Potter! Les dan las notas: todos aprobados y algunas buenas notas, sobre todo Iván y Lau. Esos días todos los alumnos hablan de Harry, Hermione y Ron, nadie de la aventura que vivieron Alexa, Darko, Iván y Lau; pero ellos están felices y satisfechos. Todo ha salido bien. Los cuatro amigos regresan juntos en el compartimento, a penas hablan, todos llevan una amplia sonrisa mientras rememoran un gran año y una gran aventura. Regresan a casa con la sensación de haber vivido un año increíble, imposible de olvidar y esa estupenda sensación no se la puede borrar ni la más dolorosa de las muertes… Los jóvenes amigos regresaban a sus casas cansados pero felices, con el corazón lleno de grandes historias que contar a sus padres y con el deseo de que el verano pasara lo antes posible para poder volver a reunirse “en el mejor lugar del mundo”: la escuela de magia y hechicería Hogwarts.
Si tienes curiosidad por saber cómo sigue la aventura, no lo dudes! Pruebalo! Escríbeme: <a href="mailto:ministrodemagiaroll20@gmail.com" rel="nofollow">ministrodemagiaroll20@gmail.com</a>
Nos queda el último personaje disponible! Manda tu solicitud a <a href="mailto:MINISTRODEMAGIAROLL20@GMAIL.COM" rel="nofollow">MINISTRODEMAGIAROLL20@GMAIL.COM</a> Travesura realizada!
VIENE DE CAPÍTULO I: La espada robada (I) Como niños de doce años que eran, les parecía un plan “perfecto”... De modo que lo único que tenían que hacer era conseguir polvos Flu, ¿pero dónde? Y a Alexa se le ocurrió que probablemente su profesor favorito, Snape, tuviera en su haber algún frasco. De modo que Alexa, Lau e Iván se colaron en la clase de Pociones, mientras Darko vigilaba. Tras un par de minutos Iván, una vez más, gracias a su aguda vista o tal vez su gran atención... El caso es que encontró un enorme jarrón transparente lleno de polvos verdes con la etiqueta bien clara: FLU. Alexa apareció junto al chico con varios frascos y tras llenarlos salieron a la carrera. Lau sentía un gran hormigueo en la tripa, como cada vez que hacía algo que sabía que no debía. Acto seguido Lau ofreció la chimena de su sala común y la siguieron. Frente a la hoguera, Lau primero, uno tras otro fueron pronunciando: Tienda de varitas Kiddle; y con un fogonazo verde desaparecían uno tras otro, para aparecer en la tienda de varitas del padre de Lau. Ella sabía que él estaría en casa preparándose para ir a recogerla a Kingcross, de modo que la tienda estaba vacía. Salieron a la calle y doblaron en la esquina del Calllejón Diagon para acceder al oscuro y lúgubre Callejón Knockturn. Se adentran en el callejón siguiendo a Iván. Es oscuro, húmedo y huele mal. Además hay sonidos lúgubres y extraños, por no mencionar a los magos y brujas que se cruzan: les recuerdan a los dibujos de sus libros de cuentos que les leían sus padres de niños, parecen caricaturas exageradas para dar miedo. Pero en este caso son reales… Los niños no habían pasado tanto miedo en su vida, ni siquiera cuando el trol les persiguió por las mazmorras de Hogwarts el año pasado. Por fortuna se tienen los unos a los otros; por fortuna apenas se cruzan con una o dos "sombras" que ni reparan en ellos siguiendo su camino, ocupados en sus oscuros asuntos. Lo cierto es que salvo alguna mirada inquisitoria, nada más ocurre y nadie les molesta. Así, antes de que se dieran cuenta se plantan en la fachada de un horrible edificio con un cartel que indica que es una tienda de antigüedades y objetos raros perteneciente a Borgin &amp; Burkes. Desde donde están una docena de minicabezas momificadas les observan desde un gran ventanal. Se les hiela la sangre, pero no se rinden ni se dejan amedrentar. - ¿Y ahora qué? –Lau plantea una pregunta obvia: ¿cómo entrarán? Parece que nadie pensó en eso cuando elaboraron su “magnífico” plan. - No podemos simplemente llamar a la pue… -Alexa se detiene al ver, una vez más, actuar a Iván. - Parece que está abierta… -Iván simplemente empuja la puerta y esta cede. Entran despacio uno tras otro sintiendo como sus pequeños corazones se desbocan por efecto de la adrenalina. Están excitados y aterrados. Las tablas de la entrada crujen un poco al entrar pero no emiten más ruidos. Dentro todo está medio a oscuras, simplemente iluminado con algunas bombillas dispersas que arrojan una tenue luz anaranjada; la mayor parte de la tienda está en sombras. No se oyen ruidos. Como son niños no llegan a abrir demasiado la puerta y pasan por el resquicio mínimo que no llega a activar el llamador colocado en lo alto de la puerta y que si un adulto tratara de entrar activaría, avisando a los dueños de la presencia de un posible cliente; incluso Marius logra entrar apenas abriendo la puerta y colándose de lado y vuelve a encajar la puerta. Al principio y mientras sus ojos se acostumbran a la penumbra caminan juntos avanzando hacia el fondo de la tienda. Recorren las estanterías mirando, buscando la espada, pero deteniéndose en algunos extraños artículos; algunos son desconcertantes y otros resultan horribles: como un reloj de arena roja elaborado a partir de calaveras de pequeño tamaño, o la mano que le señala Lau a Iván: asoma de un libro viejo como si lo acabara de romper y tratara de escapar de él; ella debe frenar el instinto de su amigo de tocarla. En una mesa Alexa investiga una varita sin percatarse de una enorme mano momificada que se arrastra hasta ella agarrándole con fuerza. Necesitará la ayuda de sus amigos para terminar descubriendo que el truco era relajarse para que la mano le soltara. Una vez libre con un Reducio minimiza la mano y se la guarda en un bolsillo. En una estantería en diversos frascos de diferentes tamaños se amontonan todo tipo de restos animales y humanos: murciélagos, ojos, manos, narices, colas de rata, hasta cucarachas (lo que hace que Alexa se aparte inmediatamente asqueada)... Alexa al apartarse y desviar la mirada descubre que hay un segundo piso en la tienda: se trata de una pasarela a modo de balcón que recorre la pared de la tienda y que se usa a modo de almacén; al seguir con la vista descubre que unas escaleras de estructura metálica tras la siguiente estantería le permiten el acceso y se separa del grupo y sube a buscar por ahí. Del fondo de la tienda, tras una puerta casi cerrada completamente por la que se cuela un resquicio de luz se oye una tos y una maldición seguida del típico sonido al escupir. Todos lo han oído pero aún así Lau les hace el típico gesto de “silencio” llevándose el dedo índice a los labios. Alexa les señala algo que reposa sobre una silla en un rincón: parece una especie de abombado caparazón de tortuga, pero está lleno de joyas de todos los colores y tamaños. Entonces repara en un cartel puesto justo debajo apoyado en las patas de la silla y el suelo: ¡Es un cangrejo de fuego! Según el libro de pociones su caparazón es muy preciado para hacer pociones... Pero opta por dejarlo donde está, sabe que es un animal peligroso cuando se pone nervioso... y tampoco es que quiera matarlo... Siguen explorando, Iván termina accediendo a un almacén al fondo de la tienda; está a oscuras (hace el hechizo de Lumos para poder ver algo) y lleno de polvorientas cajas y telas cubriendo objetos que nadie quisiera descubrir, al menos ellos no… En el piso de arriba Alexa va descubriendo un sin fin de artilugios horribles como lanzas o enormes cuchillos, cabezas momificadas y calaveras huesudas; hay arcones y cofres metálicos con enormes y pesados candados. Aunque levanta alguna tapa o mira debajo de un par de telas de saco, no toca casi nada, bien por asco, bien por miedo: ya ha tenido que ahogar un grito en su garganta cuando al levantar un mantel arrugado y amarillento de lo viejo, ha descubierto una serie de manos cortadas en una caja; las había de todos lo tamaños, colores, y con todo tipo de uñas… &lt;&lt;¡Horripilante!&gt;&gt; Justo debajo de ella Lau repasa unas estanterías que le han atraído la atención tras echar una ojeada al mostrador de la tienda: máscaras rituales, cuernos de animales y unos platos de plata para ofrendas al fondo de los estantes que reflejan unos ligeros brillos de la escasa luz que llega hasta ahí. Frascos con arañas, al lado un frasco lleno de lo que parece simplemente pelo, pelo de algún animal. Se fija en cuatro máscaras de metal con un tallado muy fino y decoradas siguiendo ciertos patrones artísticos: ninguna tiene agujero para la nariz, sólo tienen para los ojos y en la boca todas tienen como partes metálicas cruzando el orificio de la boca, como si tuvieran los labios cosidos… Le producen un escalofrío. Finalmente decide subir junto a Alexa a ver si en el segundo piso encuentra algo más que ahí abajo. Alexa por su parte ha sido sorprendida por el ataque de una araña de gran tamaño, aunque con soltura la paraliza. Dentro del almacén Iván se está encargando de recorrer todo en silencio, y aunque no ha encontrado la espada de Gryffindor, si se ha guardado una poción multijugos (que añade al filtro de amor que encontró al poco de entrar en la tienda). En ese momento suena la puerta, alguien llama con los nudillos contra el marco de la puerta y a continuación se oye un potente grito desde la habitación del fondo de la tienda: - ¡¡Ya va!! Alexa y Lau se agazapan en diferentes puntos de la varandilla para observar sin ser vistas. Alexa de hecho se ha escondido instintivamente en cuanto los nudillos tocaron en la puerta, desde el piso superior tiene también buena visión de lo que pasa abajo. Por su parte Iván sigue enfrascado en su investigación del almacén, donde acaba de descubrir bajo una polvorienta sábana amarilla y medio roída un armario evanescente, pero de lo que pasa en la tienda no se han enterado aún. Borgin aparece entonces en la tienda tosiendo y maldiciendo y&nbsp; llega ante la puerta y simplemente la abre, pues estaba sin cerradura. Saluda a Snape y le invita a pasar, cerrando tras él con pestillo, esta vez sí. Ambos caminan unos pasos por la tienda, pero Snape va directo al grano. Escondidas, Alexa y Lau, observan sorprendidas la escena; si pudiéramos verlas en este preciso momento las veríamos a ambas con la boca abierta de pura sorpresa: &lt;&lt;¡¡El profesor Snape!!&gt;&gt;. - Borgin viejo amigo ha llegado a mi conocimiento que guardas cierto objeto Gryffindor. Harías bien en dármelo… - Lo siento Severus, no sé de qué me hablas, sabes que en esta honrada tienda no vendemos ese tipo de reliquias… -Borgin le da la espalda y sigue caminando hacia el mostrador en el punto central de la tienda. - ¡Borgin! No me pongas a prueba… - Oye Severus, no sé qué haces aquí sinceramente; no tengo nada para tí y si tuviera esa reliquia de que me hablas no te la daría así sin más… como sabes yo soy un “honrado comerciante que sólo quiere ganarse la vida”... – Borgin que seguía caminando despacio y gesticulando llega a pararse a un par de pasos del mostrador y antes de poder continuar es interrumpido. - ¡¡Borgin!! No tienes ningún derecho sobre la espada y si hablo puedes pasarlo muy mal… -Severus se abalanza sobre el tendero y lo agarra de la ropa a la altura del pecho. - ¡No me amenaces Severus! ¡No eres más que una rata cobarde! - Te voy a... Suena de nuevo la puerta - ¡O! Creo que deberías irte Severus, puede que sus legítimos dueños hayan llegado. -Borgin se deshace de la presa de Snape mientras él se gira hacia la puerta que es aporreada con tanta intensidad que tiembla en su marco; se oyen voces agudas del otro lado en un idioma que los niños desconocen. - Estúpido, ¿Qué has hecho? Esa espada sólo puede ser empuñada por un Gryffindor. -En este punto Snape alza la voz y aún así se siguen escuchando los gritos del otro lado de la puerta y de fondo los golpes secos contra la madera. Por fin la puerta estalla por un hechizo y aparecen 3 duendes en actitud amenazante uno de ellos con su varita en alto. - ¡Caballeros! Sean bienvenidos, ahora mismo estábamos discutiendo la propiedad de su objeto... - Esa espada pertenece a la casa Gryffindor y va a regresar…- Severus empuña su varita ante la actitud claramente agresiva de los duendes que han echado mano de las suyas. - … Hagan el favor de volver por dónde han venido… Los tres duendes que ya han entrado se abren repartiéndose por la tienda en un intento de rodear a Severus, quien por supuesto se da cuenta y se adelanta al ataque alzando su varita e invocando un hechizo protector que le envuelve en una especie de escudo de energía verde. Inmediatamente los duendes le lanzan sendos hechizos que impactan el escudo produciéndose unos pequeños destellos y fogonazos a la vez que nubes de humo verde escapan del escudo de Snape que se va desgastando con los ataques. Pero el profesor de pociones de Hogwarts no se queda quieto y aprovecha los segundos de valiosa protección de su escudo para saltar por encima del mostrador de la tienda para ganar cierta protección escondiéndose detrás. Las chicas ven como Borgin sale corriendo a su trastienda y cierra la puerta de un portazo. Abajo las descargas contra su profesor se suceden, pero él está lejos de ser un adversario indefenso. De hecho con un hechizo contra una estantería saca de la batalla momentáneamente a uno de los duendes que ve bloqueado su camino y debe rodear la enorme estantería caída; por todas partes se rompen objetos, cristales estallan y reliquias de todo tipo se desparraman por el suelo. Alexa sigue escondida pero ve acercarse al duende al que Snape le tirara la estantería; él no la ha visto al estar ella en el segundo piso y saca de su bolsillo la mano, la agranda considerablemente hasta ser mayor incluso que un duende y con wingardium leviosa hace que la enorme mano levite hasta quedar sobre el duende; para acto seguido dejarsela caer aprisionándolo. Iván parece por la puerta del almacén alarmado por el increíble ruido de los contendientes y no puede creer lo que sus propios ojos les muestran: El profesor Snape de pie sobre el mostrador de la tienda parando con su varita una maldición imperdonable, la maldición cruciatus que pretende causar un dolor extremo a la víctima; y con su mano libre repeliendo un ataque de bola explosiva. Durante una milésima de segundo queda envuelto en un maravilloso espectáculo de luces, a la par que mortal para cualquiera, pero que él logra contrarrestar. Iván que tiene línea de visión directa con uno de los dos duendes que atacan ahora mismo a su profesor, sin pensarlo, lanza su ataque: - ¡Petrificus totalus! El duende objetivo del ataque y Snape mismo que le miraba en ese instante quedan sorprendidos cuando una vasija de cerámica tribal de una tribu de pigmeos queda petrificada en un instante; ha fallado. Por un segundo, de hecho, ambos contendientes desvían su atención hacia el niño, que con su brazo estirado aún apunta con su varita y tiene cara de “la he cagado”. El duende le lanza un hechizo de bola mágica aturdidora al niño que ágilmente Lau, desde arriba, logra repeler con un encantamiento de protección; y entonces ambos se ponen a cubierto: tras unas estanterías Iván y tras la varandilla Lau. Snape no puede hacer nada por ayudarles pues el otro duende vuelve al ataque y tras la estantería derribada ya aparece el tercero con cara de pocos amigos. Lau desde lo alto logra desarmar a uno de los duendes y quedarse su varita en un magistral ataque. Ese duende desarmado se refugia tras la armadura del centro de la tienda y de pronto desaparece a la vista justo un segundo antes de que un ataque de Snape destruyera la armadura en mil pedazos. La lucha continúa contra un duende mientras que el que estaba atrapado bajo la mano logra hacerla estallar y furioso ataca a Alexa que continúa sobre él. Sin embargo un ataque aturdidor de Ivan lo deja fuera de juego permanentemente. Realmente eso es lo que Snape necesita para dejar al otro duende por fin fuera de juego con un poderoso hechizo aturdidor que lo deja rígido en el suelo. Arriba, Lau es sorprendida por el duende que había desaparecido: es el más viejo y malvado de los tres. Tiene agarrada a Lau desde atrás y le propina un puñetazo en el costado por sorpresa, apareciendo acto seguido a simple vista. La niña cae al suelo del golpe por sorpresa y deja caer la varita, que es inmediatamente recogida por el duende que aplica con crueldad a Alexa la maldición Cruciatus. Ella experimenta por un par de segundos un horror y agonía indescriprible. Sin embargo su fortaleza de espíritu le permite resistir lo justo para terminar su hechizo: y es que ambos, niña y duende, se estaban atacando simultáneamente. De modo que Alexa acaba su hechizo de ataque que deja durmiendo incosnciente a su "maltratador", con lo que afortunadamente la maldición cesa... Este combate no es como los duelos de magia en la escuela, estos magos están tratando de matarlos: ¡están usando maldiciones imperdonables!. Ese pensamiento sobrecoge a los niños, que en definitiva, hasta ahora al menos, no eran más que eso, unos niños viviendo una aventura emocionante: desentrañando un misterio, colándose a hurtadillas en un sitio tenebroso y misterioso y ayudando a su profesor. Pero los duendes están empleando maldiciones que suponen su ingreso en Azkaban. A los niños no se les ocurre nada peor que eso: Azkaban… En ese momento Iván que había quedado sepultado por una estantería que un duende le había lanzado levanta una pesada tabla y varios libros de gran tamaño que tenía encima, al levantar la vista la ve: la espada mágica de Gryffindor. Está medio sepultada pero ve la empuñadura y es más que suficiente para reconocerla. Curiosamente en su mente revive los datos que les aportó el prefecto de Gryffindor: &lt;&lt;Está hecha en plata que siempre reluce, sin importar el tiempo que pase o lo que la afecte y tiene incrustaciones de rubíes&gt;&gt;. Sin dudar la alcanza y justo en ese momento Snape lo levanta por las axilas. - ¡Alumnos vengan aquí! –Snape da la orden severo y tajante y los alumnos obedecen, sin dudar. Snape se reúne con ellos y toma la espada. El profesor les ordena que tomen su mano y con grandes naúseas y malestar se aparecen en una sala privada y vacía de la estación de Kings Cross. Estaban doloridos y agotados, pero no se quejaron ni preguntaron nada. Sentían la energía que irradiaba y tenían miedo de que los expulsaran de Hogwarts… Snape les curó las heridas y arregló sus ropas. - Escuchadme bien porque no lo voy a repetir: NO PODÉIS CONTAR A NADIE LO SUCEDIDO HOY. Por lo que respecta a vuestros padres y el resto de alumnos, vosotros habéis regresado en el tren. ¿Queda claro? Los niños asintieron sólo con la cabeza, aún temerosos de que si hablaban sufrirían algún tipo de horrible castigo. Pasaron el invierno apenas sin verse y nunca hablaron del tema. Por supuesto sus padres no se enteraron de nada. Por fin llegó la primavera y con ella se reanudaron las clases en Hogwarts. Aunque temían la llegada de alguna carta anunciando su expulsión, nada sucedió y los jóvenes se reencontraron, aliviados al verse de nuevo, en la estación camino de Hogwarts. Los padres comentaron el entusiasmo de sus hijos por reencontrarse y por volver a la escuela. Pero no le dieron más importancia ni podían imaginar los motivos de tanta alegría... Pero con el regreso de los alumnos a la escuela regresaron otro tipo de preocupaciones: aún no se había solucionado el problema del basilisco. Así que en la escuela, además de las asignaturas habituales, les siguieron dando clases de duelo. Los cuatro amigos se revelaron como unos grandes duelistas y sus compañeros se sorprendieron de sus habilidades tras las vacaciones; incluso les preguntaron varias veces si es que fuera de la escuela habían estado practicando entre ellos, durante las vacaciones; ellos lo negaron, claro, además de que está prohibido usar la magia fuera de la escuela. Pero era verdad que algo había cambiado en ellos tras el combate en la tienda, de alguna forma podían concentrarse mejor durante los duelos, habían conseguido además cierta intuición y sabían reaccionar mejor, eran más rápidos. Las clases por supuesto continuaron y los estudios se reforzaron de cara al final del curso. De la Dama Gorda obtuvieron otro dato interesante sobre la espada de Gryffindor (ahora sí les reconcomía por dentro la ansiedad de no poder hablar con nadie más sobre lo sucedido con la espada; de hecho Iván tuvo un desliz con unas amigas de Hufflepuff, pero por fortuna Darko que estaba presente supo manejar la situación y desviar el tema...): Cuando fue terminada, Ragnuk la codiciaba tanto que inventó que Gryffindor la había robado y mandó esbirros a quitársela. Gryffindor se defendió con su varita pero no mató a sus atacantes, sino que los embrujó y se los mandó de vuelta al rey para comunicarle la amenaza de que si volvía a intentar robarle, este desenvainaría su espada contra todos ellos. Por destacar algo de aquellas clases: en la asignatura de adivinación de la profesora Sybill, Iván tuvo una profecía en clase, se vió en una torre acosado por espectros... Se produjo el combate a muerte entre Harry y el basilisco y Harry destruyó el diario de Tom Riddle, salvando con ello a la hermana menor de Ron. Los petrificados se fueron recuperando poco a poco y el curso enfiló la recta final en un ambiente más relajado y alegre. Ya a finales de curso, junto con el resto de compañeros, expusieron en público, a toda la clase, su trabajo; fueron aplaudidos y felicitados por el profesor. - ¡Y eso que no dijimos nada sobre que nosotros la encontramos! –Lau se deja llevar en el patio donde aparentemente sólo están ellos cuatro. - ¡¡Ya ves!! –Confirma Iván sorprendido del arranque de su amiga, normalmente más reservada. Por fin hablan del tema y parece que se hayan quitado una losa de encima, como si dejaran salir una gran presión… - ¡Estudiantes! –De pronto y desde atrás la desagradable voz del profesor Snape les interrumpe; y ellos se quedan helados del susto. -Acompáñenme. Le siguen por los pasadizos del colegio hasta bajar a los sótanos, cerca de donde Slytherin tiene sus dormitorios. Ellos le siguen en silencio temiéndose lo peor... Llegan por fin junto a una puerta aparentemente ordinaria y sin interés ninguno, flanqueada por dos antorchas encendidas. Ante la puerta Snape realiza un pase de varita pronunciando: submittat Draco (somete a la Serpiente). Entonces se dibuja una figura en la puerta imitando la secuencia seguida por la varita del profesor: &lt;&lt;Parece un hombre sujetando una manguera antiincendios&gt;&gt;, se le escapa a Iván, que recibe la mirada iracunda del profesor. Aunque no le dice nada y se limita a empujar la puerta y pasar. - Entren. Dentro les esperan otros alumnos de diferentes casas sentados en torno a una mesa donde quedan cuatro sillas vacías, para ellos. Nadie dice nada y ellos se sientan junto a los que ya esperaban dentro. Entonces, el profesor, que hasta entonces había estado de espaldas, se gira con ese movimiento característico suyo y por fin desvela el misterio: &lt;&lt;Bienvenidos a la Hermandad de Ofiuco . Ofiuco fue el dios griego que venció a la serpiente. Por supuesto es un ser mitológico, que sin embargo se basa en un mago real del Siglo VII ac que se especializó en someter dragones, serpientes y basiliscos. En su honor, cuando una gran amenaza se cierne sobre Hogwarts se reúne la Hermandad para combatirla y defender el castillo y a las personas que viven y estudian en él. Primero fue a Salazar Slytherin que combatió la hermandad y más tarde a sus descendientes. El último fue Voldemort y los recientes acontecimientos aconsejan reunir una nueva hermandad. No podréis hablarle a nadie de la hermandad. Vuestra misión es defender Hogwarts, a sus estudiantes y a sus ocupantes (profesores y personal doméstico) de cualquier amenaza, pero sobre todo de Vold… de quien vosotros sabéis. Para ello seguiréis un programa especial de estudio y entrenamiento el año próximo y gozaréis de ciertos privilegios pero estaréis expuestos a grandes peligros… De momento se acabaron las vacaciones, las vacaciones son para los magos mediocres, vosotros sois mejor, debéis ser los mejores y por eso estas vacaciones deberéis estudiar…&gt;&gt;. Contrariamente a lo que uno podría esperar, los niños ni protestan ni sienten decepción por tener que estudiar, parece que entienden que si quieren formar parte de ese selecto ”club” deben pagar un coste; y si el coste, el precio, es estudiar, es ser mejor mago, están gustosos de pagarlo. Con un toque de varita hace que de una estantería todos los volúmenes empiecen a flotar y vayan uno a uno amontonándose en la mesa frente a cada alumno, a la vez que lee los títulos y explica cómo estudiarlos y practicar, incluso mientras estén de vuelta con sus padres en el mundo muggle. Los integrantes de la Hermandad de Ofiuco son: - Gryffindor: Neville y Justin - Hufflepuff: Darko e Iván - Ravenclaw: Lau y Marcus Belby - Slytherin: Alexa y Yin Stienly Lau y Yin se dedicaron una desaprobatoria mirada mutua al verse ambas allí, era por todos conocido que se caían muy mal; pero ambas harían lo necesario para aguantarse mientras estuvieran juntas en la Hermandad, ninguna iba a renunciar o a dejarse expulsar y que la otra se quedara. Así que por su propio bien, fingieron y se soportaron. Y así un año más en Hogwarts tocaba a su fin. Había sido un año lleno de peligros y misterios. Su amigo Harry Potter había vencido a un peligroso basilisco que casi mata a Hermione y tantos otros compañeros. Ellos habían progresado mucho en sus habilidades mágicas, por encima de la mayoría de sus compañeros de hecho. Y además habían ayudado al profesor Snape a resolver el robo de la espada de Gryffindor, que de hecho sirvió para que Harry pudiera emplearla en matar al basilisco. Como colofón al año ahora formaban parte de una sociedad secreta dedicada a proteger a Hogwarts y sus estudiantes, su misión sería combatir a Voldemort (aunque ninguno diría ese nombre en voz alta) en última instancia: la Hermandad de Ofiuco, liderada por el siniestro profesor Severus Snape. Desde ya, ese mismo verano, deberían prepararse y estudiar y practicar. Su nivel de exigencia ya era superior al del resto de compañeros de clase. Ellos habían sido escogidos por sus especiales cualidades y desempeño y debían mantener ese nivel superior… sus vidas pronto dependerían de ello.
La aventura ha dado un giro inesperado y ahora la acción se desarrolla en el enigmático y beligerante INSTITUTO DURMSTRANG DE LAS ARTES OSCURAS. Únete a esta fantástica aventura, envía tu lechuza a <a href="mailto:MINISTRODEMAGIAROLL20@GMAIL.COM" rel="nofollow">MINISTRODEMAGIAROLL20@GMAIL.COM</a> y "Jura solemnemente que esto es una travesura".
Me encantaría participar en el rol! :D&nbsp;
Javier B. said: Me encantaría participar en el rol! :D&nbsp; Gracias por tu email, ya te he respondido. Seguro que te llega la lechuza con la carta... ;)
VIENE DE <a href="https://app.roll20.net/forum/post/9909734/capitulo-ii-un-mal-ano-i" rel="nofollow">https://app.roll20.net/forum/post/9909734/capitulo-ii-un-mal-ano-i</a> CAPITULO II: Un mal año El verano había pasado extrañamente rápido y eso considerando que apenas se habían visto los cuatro amigos o a Harry, Ron o Hermione. Cuando no estaban haciendo alguna actividad con sus familiares estaban encerrados estudiando y practicando, en secreto, las nuevas materias y manuales que Severus les había entregado; ahora formaban parte de la Hermandad de Ofiuco y debían prepararse para combatir el mal… A Lau la que peor se le daba, la que más le costaba aprender era la de Pociones; curiosamente a cada uno se le daba peor una materia: a Iván Transfiguración. Por otro lado Darko aprendió mucho sobre los hechizos de curar, esa materia le fascinaba; y Alexa se puso al nivel de cuarto curso en cuanto a preparación de pociones: es verdad que contar con las clases extra con Severus estaba ayudando muchísimo, pero no hay que despreciar su talento natural para comprender cómo los diferentes ingredientes combinaban y reaccionaban a la hora de producir efectos. Había llegado incluso a comenzar a preparar sus propias mezclas, de momento eran cosas sencillas como crecepelo o enjuague bucal para cantar, pero estaba en camino de convertirse en una de las más grandes alquímicas de la historia de la magia. A mediados de agosto se enteraron por El Profeta de que el peligroso asesino Sirius Black se había escapado de Azkaban, la prisión más terrible y segura del mundo. Pero los padres de los cuatro, que lo hablaron entre ellos, les prohibieron a los cuatro amigos que le dijeran nada a Harry; conocedores de su amistad... Una tarde Harry recibe la visita de su tía abuela; y aquella jornada no terminó nada bien y en un ataque de ira el joven mago la termina encantando y ella se hincha como un globo… Casualmente Iván, un poco aburrido llama a Harry, quien está justo en ese momento haciendo una maleta. Le responde muy alterado e iracundo; Iván nunca había visto a Harry de semejante mal humor, ni siquiera cuando Snape le hace injusticias en clase y le trata mal sin motivo o cuando Draco o sus amigos se ríen de él, ni siquiera hablando del profesor Quirrell, quien era un mortífago y estaba siendo controlado por Voldemort, y que intentó matarle... - ¡Este no es ya mi hogar! ¡Me largo! –Había sentenciado Harry con un grito mezcla de ira y desesperación. Iván se encuentra en la tesitura más difícil de su vida hasta ahora: decirle o no decirle a Harry que Sirius andaba suelto, esa era la cuestión. Por un lado todo su ser se agitaba, le pedía, le gritaba que le contara todo a Harry: que Sirius Black era un asesino malnacido, que había traicionado a sus padres revelándole a Voldemort la ubicación secreta de la familia Potter, que tras conducir a Voldemort y que este perpretara el asesinato de sus padres se había dado a la fuga, pero en su huída había asesinado a varios magos y muggles, que hacía unos pocos días se había escapado de Azkaban donde cumplía condena, que él, Harry, corría un gran peligro; pero por el otro, era consciente de su promesa y no quería meterse en problemas con sus padres: de educación y costumbres estrictas y severas: para ellos una promesa era sagrada y romper una, que además para ellos tenía una gran importancia, como así le habían dicho, podría tener nefastas consecuencias. No entendía por qué no podía avisar a su amigo, pero sí entendía que aún era joven y había cosas del mundo de los adultos que se le escapaban; y no quería ser castigado, tal vez enviado un año a un internado en su país natal: Rusia. Al final, no sin esfuerzo, Iván logra controlarse y sin decir ni una palabra sobre el tema logra aconsejar a Harry que no salga de casa, que no “huya”. Pero viendo el estado anímico de éste y su resolución a marcharse, al imaginativo e intuitivo chico se le ocurre una solución “salomónica”: sin decirle nada a nadie (así no tiene que explicar ni justificar, ni confesar nada) llama y pide un autobús noctámbulo para el Nº4 de Privet Drive, la dirección de los tíos adoptivos de Harry. Nadie lo supo entonces, pero Iván evitó que Sirius y Harry se encontraran esa noche, con todas las consecuencias que eso tendría en el futuro... Llegado el 31 de agosto los 4 amigos se reúnen por fin en el andén 9 ¾ camino a Hogwarts. Allí coinciden también con Hermione, Ron y Harry, quien saluda afectuoso a Iván y le agradece su ayuda aquella noche de agosto; Harry se ha enterado de todo el asunto sobre Sirius y ha comprendido los motivos de su amigo de Hufflepuff a la hora de recomendarle que se quedara en casa. Él, ya sin nada que ocultar le confiesa que fue quien envió el autobús por miedo a que Sirius le encontrase y atacase; y Harry una vez más le agradece; Iván también reconocer que aquella noche hizo el mayor esfuerzo de su vida al lograr no decirle nada a Harry sobre Sirius: &lt;&lt;Sentía como si una fuerza interior me gritara y me sacudiera para decirte algo… pero al final me contuve&gt;&gt;. Mientras tanto Hermione les contaba al resto sobre Sirius Black y también que desde que Harry dejara a sus tíos, se habían ocultado en el Caldero Chorreante… Lau por supuesto que ya sabía la mitad de las cosas escuchaba con su característica mueca impaciente como queriendo dejar claro que “todo eso ya lo sé, pasa a lo que no sé y no me hagas perder tiempo”. - Todo eso ya lo sabemos. -Aparece Yin que sube al vagón de golpe y casi empujando a Hermione; le sigue Alexa y juntas acuden junto a Draco y sus dos mejores amigos. Llevan una bolsa llena de golosinas y los Slytherin se meten todos juntos en el vagón contiguo. Uno a uno los alumnos van subiendo al tren camino de Hogwarts y un año más, a tiempo, el tren parte del andén 9 y ¾ de King Cross. Llenos de ilusión la mayoría, de incertidumbre también los que ese año entran nuevos... En el mismo vagón, en compartimentos separados viajan Harry y sus dos mejores amigos junto a un adulto que parece dormido tapado con su propìa gabardina; y en otro compartimento Lau y sus dos amigos, Iván y Drako. Alexa esta vez viaja con sus amigos de Slytherin; y con la "enemiga" de Lau: Yin Stienly, otra integrante de la Hermandad de Ofiuco. Durante el viaje Alexa les enseña a sus amigos de Slytherin su tatuaje del juramento inquebrantable contraído con el retrato de Salazar Slytherin. Durante el viaje hablan mucho de Azakaban y Sirius Black (es el tema de moda) y otros temas, y sobre todo comen muchas chucherías. Faltando un poco más de una hora para llegar a Hogsmeade el tren de pronto se para y a los pocos segundos las luces se apagan. Es noche cerrada y por la ventana no se ve nada… Entonces empieza a hacer un intenso frío en todo el vagón y Darko e Iván primero, pero inmediatamente después Lau también, se empiezan a sentir muy mal, como con mal cuerpo, casi con náuseas y tristes, cansados y melancólicos. Una angustia y desazón parece envolverles… - Me siento triste de pronto… -Comenta Lau. - Y con frío… -Añade Iván. - Algo va mal… -Sospecha Lau. De pronto una sombra pasa volando por la ventana, pero el tren sigue parado; y al pasar esa sombra, como una sábana negra que volara arrastrada por el viento, el cristal de la ventana se llena de escarcha y los niños asustados se apartan instintivamente. Se colocan en sus bancos en el compartimento pero junto a la puerta y con la vista fija en la ventana. Hay algo maligno en la forma en que ese cristal se ha congelado. De hecho los niños sienten que algo va mal, nada de lo que está pasando es natural. Sienten una presencia y al mirar a la puerta ven pasar entre las penumbras en que está sumido el tren de nuevo una especie de sábana negra como llevada por el aire; con la diferencia de que en el vagón no hay ninguna corriente de aire capaz de mover así una sábana. Nada se oye, pero sin embargo el “espectro” avanza y pasa de largo de su puerta… Apenas sienten cierto alivio cuando otra sombra asoma por el pasillo junto al cristal translúcido de la puerta de su compartimento. Pero esta vez no pasa de largo sino que se detiene junto a su puerta. Parece una siniestra figura escapada de una pesadilla, como si la mismísima muerte viniera a visitarles. Y sus sensaciones empeoran: se sienten aún más tristes y tienen pensamientos oscuros y obsesivos… Sin saber qué hacer, en silencio y con sus varitas en alto se colocan en mitad del compartimento, entre la puerta y la ventana escarchada. Iván está de pie el primero y sentados uno a cada lado Darko y Lau sostienen también sus varitas en alto. La puerta comienza a abrirse y a Lau se le escapa un pequeño grito de terror. - ¡Silencio! –Manda callar Darko susurrando, sin quitar la vista de la puerta. A lo largo de varios segundos la puerta se va deslizando. A ellos esos pocos segundos se les hacen eternos y parecen durar horas; mientras la puerta corrediza se desliza lateralmente y progresivamente va descubriendo el horrible ser que espera al otro lado: una enorme criatura etérea que flota a un palmo del suelo, carente de pies, tapada con una horrible tela negra llena de agujeros, unas largas y huesudas manos de feos dedos color ceniza se agarran al marco de la puerta, la cara que irrumpe en el compartimento no es tal, no hay cara, sólo una capucha negra que oculta una cabeza sin nariz ni ojos provista únicamente de un agujero por boca; pero un agujero asqueroso que parece la puerta a otra dimensión, al infierno realmente. La criatura es recibida con una salva de hechizos por parte de Lau e Iván; Darko ha caído desmayado en un rincón bajo el banco en que estaba sentado. Ninguno de los hechizos lanzados por los dos adolescentes surten efecto: ni petrificus, ni desmaius, ni lumos maxima, ni una bola de energía que atraviesa a la criatura como si ni siquiera estuviera ahí y que daña la pared del pasillo resquebrajando una ventana… Cada segundo que pasa los chicos experimentan mayor frío y terror, tristeza, desesperanza… Tal vez por desesperación al ver que la magia no surte efecto y por querer proteger a sus amigos, tal vez porque el embrujo de la criatura ha logrado volver loco al chico de desesperación, el caso es que Iván con un grito enloquecido carga contra la criatura que parece erguirse y se eleva tanto que casi llega hasta el techo; con un movimiento rápido de una mano agarra al niño del cuello y lo levanta por el aire como si no pesara nada… Iván es incapaz siquiera de gritar y simplemente se tambalea en el aire como una marioneta. - ¡¡Suéltalo!! –Lau grita inútilmente, pero cesa en el lanzamiento de hechizos por miedo a impactar a su amigo. La noche parece hacerse aún más oscura en el vagón, el frío que sienten les penetra hasta los huesos, la angustia y vértigos que les oprimen las tripas casi les hacen vomitar... De pronto la criatura baja la cabeza asomando por fuera de la capucha y abre su horrible orificio bucal, nada se ve en ese agujero insondable. Y de pronto de Iván surge una especie de halo, como un flujo de energía vital que escapara de su boca y que fuera absorbido por el horrible atacante. Nada interrumpe el proceso: ni los gritos histéricos y desesperados de Lau, ni el hecho de que Iván no es más que un chico de 13 años recién cumplidos… De pronto una luz azul intensa brota por el pasillo desde el compartimento de Harry y acto seguido un lobo espectral, como de pura energía de luz azul, se cuela en el compartimento y golpea a la criatura por la espalda. El golpe le hace soltar a Iván y salir huyendo por donde vino a tal velocidad que parece visto desde una grabación que pasaran a cámara rápida. En el suelo yace inconsciente Iván, sobre él Lau pide ayuda... Cuando Iván por fin abre los ojos se encuentra acostado sobre un banco del compartimento, le rodean sus amigos, incluso Alexa. - Toma, come esto. –Darko le ofrece sonriente un trozo de chocolate. Y a Iván se le alegra inmediatamente el ánimo al probar ese delicioso y cálido sabor dulce que se derrite al morderlo… -Lo ha traído Luna Lovegood… - ¿Cómo estás Iván? –Lau aún mantiene la mirada tensa a pesar de que él se ha incorporado y está sentado sonriendo y comiendo el chocolate. - ¿Cómo estás grandullón? –Alexa le ofrece una cajita de rana de chocolate sin abrir. –Te he traído esto, sé que te encanta. - Gracias chicas, estoy bien, un poco cansado… ¿Qué ha pasado? No recuerdo mucho… En ese momento les interrumpe un adulto que dice ser el profesor Lupin, él les cuenta que se han enfrentado con un dementor y que tienen suerte de seguir con vida. Fue su hechizo patronus el que ahuyentó a la criatura y le recomienda a Marius que se tome las cosas con calma el resto del día ya que se encontrará débil. En el vagón de al lado Harry también fue víctima de un dementor; al parecer estaban buscando a Sirius Black. - ¿Y por qué nos atacaron? –Quiere saber Lau indignada. Ella sabe qué son los dementores: los guardianes de Azkaban. Nunca había visto uno y por eso no supo reaccionar, aunque tampoco podría haber hecho mucho al no saber invocar un patronus, por lo que parece, el único arma efectiva contra ellos… - Los dementores se sienten atraídos por la alegría, por la ilusión; se alimentan de los pensamientos buenos de la gente, les roban su alma. Probablemente se viera arrastrado atraído por vuestra bondad y jovialidad… se dejó llevar por sus instintos más básicos; tened en cuenta que son criaturas muy primarias… - Recuerda que en los momentos más fríos, más oscuros y más tristes es la alegría de un feliz recuerdo lo que te puede salvar… -Pronuncia Alexa como abstraída en un recuerdo. - ¿Cómo dices? –Pregunta Lupin - Recuerda que en los momentos más fríos, más oscuros y más tristes es la alegría de un feliz recuerdo lo que te puede salvar. Me lo dijo la profesora Sybill de adivinación al acabar el curso… Ahora le encuentro sentido… - Sí, pero por desgracia o por fortuna, no estabas en el vagón. Tengo que dejaros chicos, nos vemos en un rato. ¿Iván es tú nombre? Reposo y relajación. –Lupin le sacude cariñosamente la cabeza. –Hoy has demostrado una gran valentía y resistencia. A los pocos minutos de salir del compartimento el tren se detiene de nuevo: han llegado a la estación de Hogsmeade. En el espacio donde esperan los carros los alumnos comentan sobre lo sucedido mientras cargan sus equipajes: todo el mundo quiere saber qué pasó cuando el tren se detuvo y las luces se apagaron; hay rumores y habladurías pero la mayoría no se ha enterado del ataque sufrido. Iván comenta animado con dos amigas el miedo que tuvo y como él y Harry se desmayaron al ser atacados… En ese momento pasaba cerca Draco junto a Yin y otros amigos y se ríen de la historia. Más tarde también se reiría de Harry considerándolo un “blandengue” por desmayarse... Ya en los carros marchan a Hogwarts para que de comienzo como cada año la ceremonia de recibimiento de los nuevos alumnos. Como novedad destacable, este año los nuevos alumnos son recibidos por el coro de la escuela en un exquisito concierto de corta duración pero gran belleza; sin duda el empleo de sapos cantores añade un aliciente extraordinario. Draco pasa la noche burlándose de Harry Potter por su desmayo. Menos guasa gastaría el adolescente si fuera consciente de que en ese momento Hogwarts era rodeado y vigilado por decenas de dementores; si fuera conocedor de primera mano, como sus compañeros Harry o Iván, de las “delicias” que permite experimentar la cercanía de una de estas criaturas otro sería su ánimo y mayor su respeto. Alexa esta vez no le reía las gracias a su amigo y compañero de Slytherin; había visto las consecuencias de cruzarse un dementor en su propio amigo y no le parecía gracioso en absoluto. Sin embargo no le guardaba rencor a Draco por su actitud, debida sobre todo a la ignorancia… Pensaba Alexa. De todas formas apenas probó bocado, al igual que sus amigos de Hufflepuff y Ravenclaw, o inclusive sus tres amigos de Gryffindor; la mención de Dumbledore desvelando que Hogwarts estaría este curso rodeado y bajo la atenta mirada de los siniestros guardianes de Azkaban les había quitado el apetito. Una sombra se había instalado en su ánimo… Empezaba mal el año... Las clases dieron comienzo con la máxima normalidad posible. La verdad es que no se produjeron incidentes en las primeras semanas de clase. Nadie había visto ni oído nada sobre el temible Sirius Black. La mayoría de alumnos de hecho dudaban de que se atreviera a acercarse a Hogwarts: en general consideraban que la mera presencia de el director Albus Dumbledore bastaba para mantener alejado al vil personaje, pero además que los temibles dementores patrullaran los alrededores terminaría por desmoralizar a cualquiera con malas intenciones de acercarse a la escuela. En clases con Hagrid un hipogrifo atacó a Draco el primer día, quien se marchó llorando y amenazando al profesor. En clase de adivinación Iván en trance, en un ejercicio por parejas, le relató una profecía o advertencia a su compañero Drako: &lt;&lt;En el norte, en la “casa de la luz” frente al mar, cuando más miedo tengas, un chiste ridículo debes contar&gt;&gt;. Como siempre que alguien hace una profecía, esta tampoco tenía sentido; normalmente salvo las grandes mentes, el común de los mortales no logra interpretar correctamente una profecía hasta que los hechos que describe ya se han producido, para lo que ya la profecía es inútil, es la conocida como “paradoja de la inutilidad profética” o como la profesora Sybill la llama “Sabiduría a posteriori”. Iván, siempre atento, esos días observó en Hermione cierto comportamiento extraño: llegaba a mitad de algunas clases, aparecía como de la nada a veces, otras como si acabara de llegar corriendo, a veces no interrumpía una clase para aportar alguna idea hasta varios minutos después del comienzo de una clase… Hablando con Lau una tarde sobre lo contenta que estaba de que este curso Hermione le estuviera dejando más participación él le comentó sus sospechas… Resultó que el mismo Lupin, Remus Lupin, que les salvó del ataque del dementor en el tren era su nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras. Y resultó ser el mejor de los que habían tenido hasta ahora y además de hacer interesante la teoría, las clases prácticas eran muy amenas e instructivas: en un par de ocasiones les enseñó a derrotar un bogart: una especie de fantasma informe capaz de presentarse como el mayor temor de la víctima a la que ataca (mediante alguna habilidad mental que aún no ha sido aclarada, accede a los más profundos temores). De modo que los alumnos por turnos fueron probando el hechizo riddikulus (única forma de vencerlo): Alexa contra una enorme cucaracha que explotó en un volcán de chocolate para alegría de todos (aunque nadie se atrevió a intentar comer...), Iván contra la visión de sus amigos y seres queridos más cercanos desparramados muertos en el suelo empezó a cantar Thriller de Michael Jackson y él y sus seres queridos empezaron a bailar al son de la música que brotaba de su varita, como zombies, y tras unos segundos todos, hasta el profesor, estaban siguiendo los pasos de baile que marcaba Iván...&lt;&lt;Excelente, ese es el concepto que debéis aprender: cuanto más disparatado mejor, !excelente!&gt;&gt;, Yin vio aparecer a un mortífago con su careta y larga capa para terror de todos los presentes y cuando éste le ordenó servirle ella le hizo un gesto obsceno gritándole que "ella no servía para nada", echándose a reir con lo que el boggart se esfumó; y Lau venció a una horrible araña vistiéndola con un cancán rosa y zapatitos de charol lo que provocó la risa general de los alumnos. Pero además como integrantes de la secreta Hermandad de Ofiuco reciben clases extra de su profesor Severus Snape y los domingos incluso deben dedicar un rato estudiando los manuales que les encarga cada semana… Van agotados y sin apenas tiempo para socializar o jugar, pero no se quejan, al contrario; se lo toman casi como una competición entre los miembros de la hermandad y cada vez se esfuerzan más para destacar y superar a sus compañeros... A mediados de octubre Snape les reúne y les transmite su preocupación sobre Sirius: sospecha que es capaz de pasar entre los dementores (no en vano fue capaz de escapar de Azkaban sin ayuda), sabiendo donde se encuentra Harry es más que probable que intente matarle, aún habiendo pasado más de una década encerrado no deja ser un hábil y mortal mago… Así que divide la hermandad en grupos de tres alumnos para buscar a Sirius o alguna pista de él: a Lau, Iván y Yin los pone en el mismo grupo; cualquiera diría que a propósito pone a las dos "enemigas" juntas (¿el roce hace el cariño?) Por supuesto les advierte que no se enfrenten a Sirius bajo ningún caso; deben lanzar un hechizo de auxilio para atraer lo más rápidamente posible a algún profesor. Por el momento basta con que busquen algún indicio sobre la posible presencia del asesino. A lo largo de sucesivos días ellos tres peinan las calles de Hogsmeade y entran en todas las tiendas y negocios (tabernas, tiendas de dulces, antigüedades...) preguntando y buscando indicios… Lo más raro que vieron fue un día en el camino de regreso como un enorme perro negro se les quedaba mirando: estaba sentado en el camino, parecía que les estuviera observando, no hizo nada más, sólo los vio pasar y en un momento dado en que se giraron desapareció de la vista. También buscaron por el Bosque Oscuro: excursión que terminó con la inestimable intervención de Hagrid en el momento oportuno, justo antes de que una enorme Acromántula (Aragoh, amiga Hagrid) les atacara, tras unas escaramuzas con algunas de sus hijas... Otro día decidieron seguir unas extrañas huellas en la nieve en las ruinas junto al castillo; no descubrieron a Sirius, pero sí terminaron derrotando a un peligroso y molesto necrófago que andaba perturbando el descanso de los muertos enterrados en esas ruinas y vencieron también a un desconcertante mortífago que andaba escondido realizando algún tipo de hechizo teletransportador. Por fortuna tras un difícil combate (en que hasta su mascota, una serpiente Ashwinger, les atacó...) que acabó con el mortífago inconsciente y Yin petrificada entregaron al sospechoso agresor a Severus, quien, sin felicitarles, se hizo cargo del inconsciente... Llegando la noche de Halloween se produjo un incidente aterrador: Sirius Black había penetrado los muros y las defensas de Hogwarts, se había colado incluso bajo la vigilancia de los dementores y había atacado a la Dama Gorda… Ese año no habría concierto de la Dama Gorda. Los alumnos duermen esa noche todos juntos en el Gran Salón. Pero Severus reúne a los integrantes de la Hermandad de Ofiuco para buscar por el castillo al asesino. Los envía en grupos de cuatro a peinar por áreas concretas. Aunque de nuevo no ven nada… Esa noche sin embargo los "cinco amigos" (los cuatro más Yin) encuentran una reunión de fantasmas. Los invitan a bailar y Alexa por su parte se dedica a intercambiar opiniones con algunos fantasmas y aprovecha para difundir las bondades de su casa, Slytherin; eso le hace sentir mejor y por cada fantasma al que convence de que Slytherin es la mejor casa de Hogwarts, su tatuaje del juramento inquebrantable parece escocerle un poco menos. Iván, tan sociable como es, hace amistad con algunos fantasmas y se entera de que un perro o lobo ha sido visto deambulando por patios y jardines… Al comentárselo a Snape éste no le da mayor trascendencia, aunque le reconoce su esfuerzo investigador (algo es algo...). Al llegar las vacaciones de navidad Snape les pide que se queden a ayudarle a buscar a Sirius y con él visitan el callejón diagon y el knockturn; pero en ningún caso encuentran pista alguna . Por lo menos aprovecharon también para estudiar y practicar con él todo tipo de hechizos, pociones, magia curativa… La verdad que durante este año aprendieron a apreciar un poco mejor a su profesor de Slytherin (salvo Alexa, para quién Snape siempre ha sido el mejor profesor de Hogwarts); es verdad que es silencioso, pero es tremendamente reflexivo e inteligente, es verdad que es exigente, pero es justo y además es exigente con todos, el primero consigo mismo, es verdad que a veces sus modales son oscos, pero entienden que carga con graves preocupaciones que se les escapan a unos simples adolescentes... Buscando a Sirius, estudiando, aprendiendo y practicando antes de darse cuenta llega la primavera y con ella regresan los alumnos a Hogwarts para alegría de los sociables Iván y Alexa consternación de Yin y Lau que habían disfrutado del colegio vacío y silencioso, casi como si fuera “suyo”. CONTINUARÁ
ESTE VIERNES A LAS 21:30H (GMT+1, hora de España) estaremos realizando pruebas para admitir nuevos magos y brujas en HOGWARTS. Confirma tu asistencia enviando una lechuza a <a href="mailto:MINISTRODEMAGIAROLL20@GMAIL.COM" rel="nofollow">MINISTRODEMAGIAROLL20@GMAIL.COM</a> Juro solemnemente que esto es una travesura.
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Partida introductoria para nuevos magos y brujas este viernes a las 21:30h hora española, MAnda tu lechuza a <a href="mailto:MINISTRODEMAGIAROLL20@GMAIL.COM" rel="nofollow">MINISTRODEMAGIAROLL20@GMAIL.COM</a> para confirmar tu participación!! Juro solemnemente que esto es una travesura!
Recordamos q esta noche hay partida introductoria para nuevos magos y brujas, lee más arriba si te interesa conocer a Dumbledore...
Último llamado para los pasageros del Hogwarts Express . Esta noche a las 21:30h (hora de España, GMT+2), partida de introducción para nuevos alumnos de la escuela. Magos y brujas interesados envien sus lechuzas de confirmación a <a href="mailto:MINISTRODEMAGIAROLL20@GMAIL.COM" rel="nofollow">MINISTRODEMAGIAROLL20@GMAIL.COM</a> ¡JURO SOLEMNEMENTE QUE ESTO ES UNA TRAVESURA!
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