Buenas a todos! Me preguntaba si alguno quiere jugar una partida de dnd, les dejo un poco de la trama, si les interesan me escriben, la dinámica de juego seria por via telegram y usando la plataforma de roll20. Aetheria no siempre conoció este letargo. Hubo un tiempo donde la vida bullía, donde la naturaleza tejía tapices de asombro y la magia fluía con una libertad que hoy nos es ajena. Las crónicas, aquellas hojas amarillentas que el tiempo apenas respeta, susurran sobre una era de poder inigualable, un momento de equilibrio precario donde fuerzas cósmicas fueron contenidas, no por la luz, sino por una astucia sombría. Estas mismas escrituras, apenas legibles, insinúan la existencia de seis nombres. Seis individuos cuyo ascenso fue tan meteórico como su abrupta y enigmática desaparición. No hubo batalla final que los derrocara, ni héroes que los desterraran; simplemente se desvanecieron, dejando un silencio denso y una pregunta incrustada en el alma del mundo: ¿Qué propósito tenían? ¿Y qué oscuridad sembraron antes de partir? Desde entonces, Aetheria ha comenzado a desdibujarse, los murmullos del viento en los antaño frondosos bosques ahora traen consigo un escalofrío antinatural. La vitalidad ha retrocedido, confinada a enclaves aislados que luchan por retener el último aliento de lo que fue. Los desiertos, antes barreras naturales, se han vuelto cicatrices voraces que engullen la tierra con una sed que va más allá de lo geográfico. Y una quietud gélida, un frío que carcome el espíritu, ha reclamado ya la mitad del continente, alterando el pulso mismo del mundo en un descenso imparable. El legado de aquellos seis no fue el de la paz. Su partida no dejó un vacío, sino un resquicio: una grieta en el velo de la realidad que sus acciones, ahora olvidadas o distorsionadas, parecen haber abierto. Las consecuencias de su ausencia se manifiestan en esta erosión lenta pero implacable, una melancolía que impregna cada rincón de Aetheria. No es una invasión, no es una guerra... es una pudrición silenciosa desde dentro, el veneno de un pasado que se niega a ser olvidado. Eso es todo, un abrazo.